sábado, 14 de junio de 2014

Nunca dejes de escribir

Se puede escribir bien sin ser un genio de la lírica, sin ser dueño y señor de los giros argumentales, la gramática, las metáforas, las frases con dobles sentido... Sin escribir el texto más pomposo y más difícil (en lo literario del termino) de la historia; basta con que escribas con el corazón, con que te dejes llevar por lo que tienes dentro, por lo que quieres expresar, por lo que quieres que los demás entiendan, simplemente basta con tener realmente algo que contar... Nunca sabes quien estará leyéndolo y haciéndolo suyo, sintiéndose identificado con cada palabra que lee, que su cabeza pronuncia y procesa.
Pienso que no hay mayor piropo que alguien te diga que aquello que leyó de tus palabras le ha llevado a esto o a lo otro, que de algún modo le ha ayudado en su vida, así que... nunca dejes de escribir, no es necesario publicarlo ni difundirlo, porque quizás el destinatario de aquello que escribas no siempre va a estar fuera de ti.
No hay mejor terapia que aquella en la que es necesaria un lápiz, un papel y tu imaginación. Escribe para tí, para escucharte, para entenderte, para desahogarte, para valorarte, para decirte aquello que nunca te atreviste, un dialogo con tan solo un interlocutor.

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