viernes, 31 de octubre de 2014

Sly

Cuando te encuentras en reposo forzado, sin ganas, ni fuerzas siquiera de levantarte a por los cascos para ver una serie, peli o similar, cuando la ruleta de la suerte te aburre y no sabes como ocupar el tiempo te da por investigar en el ordenador y te encuentras con escritos del año de Maria Castaña y los dos blogs anteriores (esos a los que no soy capaz de acceder debido a haber olvidado la contraseña, si... llamadme parda, me lo merezco); apareciendo la siguiente entrada, "Llamadme Sly", y terminas acordándote de ese libro, el causante de mi seudónimo, ese que me se de memoria, que no tiene ni una, ni dos, sino casi todas las esquinas dobladas y es raro encontrar una página que no tenga algo subrayado. Aquí un fragmento, aquí el cuerpo de la entrada titulada de ese modo:

"Nada es para ti
nada fue para ti
nada se quedara contigo
para siempre

H: es una lástima, no?
H: que sea así, como la canción dice
S: yo no lo creo
S: lo que vives de verdad nunca lo pierdes
H: lo que vives de verdad?
S: lo que dejas entrar en tu corazón, no lo pierdes
S: incluso aquello que ni siquiera pudiste tener..."

"No somos lo que tenemos, ni siquiera lo que hacemos, tenemos lo que nos dan y lo que las circunstancias nos permiten tomar; hacemos lo que podemos, que no siempre es lo que desearíamos hacer. Lo que en realidad somos es lo que queremos, eso es lo unico que inventamos y elegimos, lo que nos enseña de que pasta estamos fabricados. Aunque a veces no sepamos porque queremos lo que queremos"

LOS AMORES LUNÁTICOS. LORENZO SILVA